.- La floración del olivar hace saltar todas las alarmas en el campo ante lo que puede ser una segunda desastrosa cosecha
.- Jaén se encuentra ya en una situación de extrema sequía, lo que unido a las inusuales temperaturas de abril que han afectado al olivar, la pésima cosecha pasada y una nueva que puede ser igual o peor, hacen que se vea cada vez más cerca la necesidad de un “rescate” por parte de las administraciones
Jaén, 9 de mayo de 2023. La organización agraria COAG Jaén pedirá a las administraciones en la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines,
Expoliva 2023, un “rescate” para las explotaciones agrarias de la provincia.
La situación del olivar comienza a preocupar, especialmente cuando estamos afrontando las consecuencias de una anterior campaña desastrosa.
Aunque es muy pronto para dar datos sobre producción de cosecha, sí se pueden ver las pérdidas ocasionadas por la ola de calor inusual para el mes de abril en muchas zona de campiña, a lo que se une la situación de sequía desde hace años, la falta de lluvia, y la escasa dotación de agua.
Media baja
Técnicos de COAG Jaén hablan ya de una próxima cosecha media baja, en la que los secanos, cómo es habitual cuando las precipitaciones son escasas, son los más afectados.
La primera ola de calor del mes de abril, ha marcado la producción en las parcelas en las que se ha adelantado la floración, especialmente en la zona de la Campiña Norte, en el eje de Marmolejo, La Carolina, y Mengíbar, ya que, o la flor se ha quemado o en las flores en las que ha llegado a cuajar el fruto, se está comprobando que éste no es viable.
Habría que hablar no tanto de zonas como de parcelas, porque hay lugares donde una parcela no tiene nada y otra sí, incluso olivos con ramas con flores quemadas y otras no. Hay parcelas con olivares agotados debido al estrés hídrico, y otras que se encuentran en mejor situación por ser terrenos menos secos.
Riego
En lo que se refiere al olivar de riego, ha tenido buena floración, con un cuaje medio, que se ha adelantado unos diez días. Pero estos días de calor lo han afectado, aunque de distinta forma.
Si la flor abrió en un día de mucho calor se quemó, sí ese día era más fresco siguió adelante. Asimismo, los técnicos han podido comprobar que hay muchas flores que no ha sido viable y ha perdido el fruto.
Estamos a principios de mayo, la floración se ha adelantado, y se ha desarrollado de forma muy rápida lo que hace que no sean viables y no den lugar a aceitunas, no haya buena polinización, ni suficiente polen.
Además se está observando que algunas flores, no se están quemando sino que se están desecando, arrugando, a causa de la baja humedad.
A la sequía se une las escasas dotaciones de agua para riego, que apenas si darán para que el árbol no se seque, y el desorbitado aumento del precio de la electricidad que encarece los riegos.
Otro dato que nos da pistas de cómo se encuentra el olivar son las concentraciones de polen, aunque se han alcanzado días extremos no se han registrado como en otros años picos de 40.000 /50.000 granos/m3
Rescate
Si las señales, que podemos ver en el campo, confirman las malas previsiones, serían dos malas cosechas de aceite, una ruina para el olivar jiennense que cada vez más cerca la necesidad de “un rescate”, está claro que la subida de precios no nos va a compensar ni mucho menos cuando no se tiene aceite no hay ingresos en las explotaciones.
El secretario general de COAG Jaén y responsable de Olivar en COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, ha señalado que en la organización “estamos especialmente preocupados por aquellas familias que tienen únicamente ingresos del campo.
Urge un plan de rescate, como ya lo ha habido para otros sectores, porque nos enfrentamos a una situación inédita que pone a la agricultura jiennense contra las cuerdas”.
Otros sectores
“No nos podemos olvidar del resto de sectores, que aunque con menos peso económico en la provincia también son el sustento de muchos agricultores y ganaderos.
La situación de extrema sequía no se tiene precedentes y pone al borde del precipicio a sectores como el cereal, la apicultura con expectativas de una cosecha nula, el algodón que no va a poder salir adelante en la práctica totalidad de la provincia; el almendro que con la dotación de riego asignada correo un serio peligro de secarse, o a los ganaderos sin pasto”.
Es cierto que ciclos en el clima hemos tenido siempre, al igual que hemos sufrido otros peridodos de sequía, pero la severidad con la que están apareciendo estos últimos años nunca la habiamos padecido, por lo que es necesario un análisis de los datos históricos disponibles de una manera extrictamente objetiva.
Entre estos datos se puede destacar que desde hace una década (2012) la provincia de Jaén no tiene un año húmedo (precipitaciones superior a 800 m3/año); desde la campaña 2017/2018 no se registran más de 600 m3/año, y lo más grave desde 2020 estamos en rojo, es decir las lluvias han sido menores a los 400 m3/año, según un estudio realizado por técnicos de COAG Jaén, en el que se han analizado datos de precipitación, temperaturas singulares y el indice de desertificación, desde 1902 hasta la actualidad.