* Esta organización agraria recuerda que las actuaciones emprendidas hasta ahora, exclusivamente centradas en la eliminación de los árboles afectados, no han servido para evitar el avance de la bacteria.
Sevilla, 17 de abril de 2018. La Consejería de Agricultura ha confirmado hoy la presencia de xylella en Andalucía, una noticia temida aunque, lamentablemente, esperada, dados los avances de la bacteria, que hace menos de una semana era detectada en un olivar de la comunidad de Madrid. De nuevo, esta organización agraria hace una llamada a la calma y a la responsabilidad, porque la detección implica que la vigilancia funciona y porque, según informa la Consejería, se trata de un caso aislado, en un entorno cerrado y controlado, y no de un foco.
No obstante, COAG Andalucía insiste en la necesidad de ampliar los protocolos para controlar la enfermedad. El responsable de olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, ha explicado que “las medidas tomadas hasta ahora, centradas en la eliminación de los árboles afectados, no han servido para evitar el avance de la bacteria. Por eso, creemos que la lucha tiene que ampliarse y dirigirse hacia los vectores además de a los árboles afectados. Tenemos que concretar cuáles son esos vectores y buscar estrategias que nos permitan controlar sus poblaciones, utilizando todas las herramientas que estén a nuestra disposición… Si la xylella no respeta las fronteras entre países, tampoco va a detenerse dentro de un mismo territorio. Sabíamos que la enfermedad, antes o después, llegaría”.
Además, Juan Luis Ávila ha recordado que “sería interesante conocer las estrategias que se han desarrollado en aquellos países que llevan años con la enfermedad y que conviven con ella, sin que haya habido que lamentar daños cuantiosos”.
* Xylella fastidiosa
La Xylella es una bacteria que puede producir graves daños en cultivos de gran importancia económica para Andalucía como el olivo, los cítricos, la vid y los frutales de hueso, así como en numerosas especies ornamentales o forestales. El proceso de infección se inicia en las hojas y de ahí se va extendiendo lentamente. Su presencia en muchos casos es asintomática, lo que dificulta su detección. A veces, provoca síntomas similares a la falta de agua o carencia de nutrientes. Cuando éstos se muestran, la bacteria ya ha infectado completamente el árbol y, como consecuencia, se ha extendido por el entorno.