- Suponen más de 1.700 millones de euros de capital asegurado
Un total de 2,7 millones de hectáreas de cultivos herbáceos cuentan con la protección del sistema español de Seguros Agrarios Combinados frente a la sequía, según los datos de aseguramiento registrados por Agroseguro para la campaña actual. Suponen más de 1.700 millones de euros de capital asegurado.
Agroseguro recuerda que el riesgo de sequía está incluido dentro del seguro agrario para los cultivos de secano, principalmente cultivos herbáceos (cereal de invierno, leguminosas, colza, girasol), aunque también se incluye en módulos de aseguramiento de otras producciones de secano, como uva de vino, olivar, maíz, alfalfa, remolacha de secano, almendro y avellano
Es importante destacar que el período de recurrencia (repetición) de las sequías se ha reducido en los últimos años: mientras que en décadas anteriores estaba entre siete y diez años (1995, 2005, 2012), en la actual el plazo es mucho menor (2017, 2019, 2022, 2023), destacando la continuidad en los dos últimos años. Hasta ahora, y en términos de indemnizaciones del seguro agrario, las sequías de 2012 y 2017 son las que mayores pagos se han realizado a los agricultores asegurados, con 210 millones y 190 millones de euros respectivamente.
Segundo año consecutivo con daños importantes por sequía
Por su parte, 2022 resultó desigual, con fuertes periodos de altas temperaturas, golpes de calor y ausencia de precipitaciones, aunque, a diferencia de 2023, la presencia de lluvias puntuales en marzo y abril redujo el impacto de la sequía. Aun así, Agroseguro abonó 117 millones de euros a los productores asegurados por siniestros de sequía en 1,28 millones de hectáreas. Del total, 90 millones de euros corresponden a pagos realizados a productores de cultivos herbáceos.
Finalmente, el 37% del total de siniestros agrícolas registrados durante 2022 (en el conjunto de todas las producciones agrícolas aseguradas: secano o regadío) se debió a los riesgos de sequía, asurado o no nascencia.
Impacto de la sequía 2023
El impacto definitivo de la baja pluviometría de la campaña actual (en términos de superficie siniestrada e indemnizaciones) se podrá concretar según avance la cosecha y la meteorología de las próximas semanas, así como la evaluación de daños, cuyo desarrollo se realizará de manera paralela y coordinada con los productores asegurados, En el caso de las zonas tempranas, se iniciará durante el mes de mayo, y en el resto de zonas productoras, a partir de junio.