Las Comunidades de Regantes instan a la implementación efectiva de los Planes Hidrológicos y de Gestión del Riesgo de Inundación para evitar tragedias como la de Valencia
- CREA Andalucía recuerda la importancia de los Planes Hidrológicos y de Riesgo de Inundación para paliar los efectos de las sequias y las inundaciones.
Desde CREA Andalucia –Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía- A raíz de las recientes inundaciones en Valencia, que han afectado gravemente a numerosas familias, cultivos, infraestructuras, y desgraciadamente a vidas humanas, desde CREA Andalucia queremos recordar la vital importancia de los Planes Hidrológicos y de Gestión del Riesgo de Inundación. Estas herramientas de planificación, diseñadas precisamente para mitigar los efectos causados por las lluvias torrenciales, identifican claramente las áreas de riesgo, pero no siempre se implementan las medidas planificadas.
La zona afectada en Valencia ya estaba catalogada como de zona con riesgo de inundación en los planes de gestión. A pesar de ello, observamos cómo muchas de las medidas que podrían haber minimizado el impacto de este episodio, como el encauzamiento de barrancos o la construcción presas de laminación en ciertos tramos, siguen sin ejecutarse.
En Andalucía, también se da el caso, existen varios proyectos que, si estuvieran activos, contribuirían a la laminación de avenidas y la reducción del riesgo de inundación en las zonas afectadas. Por ejemplo, la presa de Alcolea, en Huelva, que cuenta con todos los trámites legales aprobados y se encuentra al 20% de su construcción, pero permanece parada desde 2017. Aunque su función principal es la regulación y aprovechamiento del agua, también desempeñaría una función clave al laminar avenidas, evitando posibles inundaciones en Gibraleón. La presa de San Calixto, planificada en el Plan Hidrológico del Guadalquivir y proyectada sobre el río Genil, reduciría de forma significativa el riesgo de inundación en áreas vulnerables como Écija. También cabe destacar la presa de Gibralmedina, en el río Guadiaro, y la de Cerro Blanco, en la cuenca del Guadalhorce, que aún no se han llevado a cabo a pesar de su potencial para mejorar la gestión del riesgo de inundación en sus respectivas cuencas.
Como representantes del sector del regadío, subrayamos que las presas no solo cumplen la función de regular y almacenar agua, sino también de laminar avenidas y reducir el riesgo de inundaciones. Esta capacidad de laminación permite absorber picos de caudal, evitando desbordamientos aguas abajo y protegiendo a nuestras áreas urbanas y sus infraestructuras.
Recordamos también que tanto la Directiva Marco del Agua como la Ley de Aguas establecen la obligación legal del Estado de paliar los efectos de las inundaciones y sequías mediante la ejecución de los Planes Hidrológicos y los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación. Estas normativas no solo identifican zonas vulnerables y proponen acciones concretas, sino que exigen su cumplimiento efectivo para garantizar la seguridad y resiliencia de nuestros territorios frente a fenómenos climáticos extremos. Por ello, instamos a las administraciones competentes a cumplir con su responsabilidad normativa y activar de inmediato las obras y medidas planificadas para la protección de nuestra agricultura y nuestros pueblos.