- Esta organización agraria considera que el impacto de la sequía en el algodón, un cultivo de arraigo social en Andalucía, debe tenerse en cuenta por la Consejería de Agricultura en el acceso a la ayuda específica del algodón y a las agroambientales.
- Solicita una reducción del rendimiento para el pago específico y flexibilizar los cultivos elegibles en las agroambientales y las condiciones para realizar enmiendas de las leguminosas y crucíferas.
La situación de sequía que está sufriendo el campo andaluz está afectando especialmente a uno de los cultivos con más arraigo social en Andalucía: el algodón.
Un cultivo para el que, desde el pasado mes de febrero, se están formalizando contratos a futuros con buenos precios, por lo que los agricultores han sembrado en un porcentaje muy importante antes de conocer las restricciones que se hicieron oficiales tras la Comisión de Desembalse de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) del 28 de abril, donde se aprobó un desembalse máximo de 925 hectómetros cúbicos para el riego de los cultivos del Sistema de Regulación General (en los que están la mayor parte de los regadíos de la cuenca) durante la campaña (oficialmente del 1 de abril al 30 de septiembre), un 16% menos al aprobado en 2020.
Es por ello que parte de la superficie se ha tenido que resembrar y en determinadas zonas la falta de agua, las temperaturas y el tipo de suelo están haciendo que las plantas ya nacidas se estén secando.
Según han podido constatar los técnicos de COAG Andalucía, dadas las actuales circunstancias de sequía y las restricciones en las dotaciones de riego aprobadas por el organismo de cuenca, en muchos casos no se alcanzarán las densidades mínimas de siembra exigidas por la normativa reguladora del pago específico al cultivo del algodón.
Por ello, el responsable de Algodón de COAG, José Luis Ibáñez, ha afirmado que “solicitamos a la Junta de Andalucía que flexibilice los requisitos de las ayudas del algodón por la sequía”.
“El impacto de la sequía en el algodón, un cultivo de arraigo social en Andalucía, debe tenerse en cuenta por la Consejería de Agricultura en el acceso a la ayuda específica del algodón y también a las agroambientales”, ha añadido Ibáñez.
Y es que, además del pago específico, las circunstancias de déficit de agua también pueden repercutir negativamente en los agricultores con compromisos agroambientales, “que están obligadas a mantener la superficie comprometida con siembras de cultivos elegibles (algodón y remolacha) y válidos no elegibles (rotaciones típicas, entre las que no están considerados los barbechos) –ha explicado-, procediendo el reintegro de las ayudas percibidas en caso de que la misma se reduzca en más de un 20%. Dado que la escasez de agua ha obligado a dejar barbecho en algunas zonas, sería necesario que la administración exima del cumplimiento del mantenimiento de la superficie comprometida”. Igualmente, en la agroambiental se asume una serie de prácticas para la mejora del suelo y el control de nematodos mediante la gestión de cubiertas de leguminosas y crucíferas que difícilmente se podrán llevar a cabo.
Por todo lo expuesto, desde COAG Andalucía se pide una reducción del rendimiento para el pago específico y flexibilizar los cultivos elegibles en las agroambientales y las condiciones para realizar enmiendas de las leguminosas y crucíferas.