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Agricultores convocados por COAG cortan la principal vía de entrada y salida del Puerto de Motril en protesta por las importaciones sin control

  • COAG exige al Gobierno español más recursos en los Puestos de Inspección Fronterizos. “Ya no vale mirar para otro lado. La desidia de los responsables políticos están destruyendo el tejido productivo y la economía social de todo nuestro arco mediterráneo”.

 

  • El poderoso lobby de la distribución comercial alienta en Bruselas una mayor liberalización comercial para saturar de forma innecesaria el mercado interno y presionar los precios a la baja.

 

  • El próximo 13 de diciembre se convocarán nuevos actos de protesta contra las principales cadenas de distribución.

Un centenar de productores de frutas y hortalizas convocados por COAG han cortado esta mañana una de las principales vías de entrada y salida de mercancías del Puerto de Motril en protesta por la entrada incontrolada de importaciones de terceros países. En este sentido, COAG ha exigido al Gobierno español más recursos en los Puntos de Inspección Fronterizos (PIFs). “Ya no vale mirar para otro lado. La desidia de los responsables políticos españoles y europeos está destruyendo el tejido productivo y la economía social de todo nuestro arco mediterráneo. La presión y la competencia desleal ha sido tal que, en el caso del tomate, Canarias, Alicante o Murcia han perdido ya su producción y ahora está en grave riesgo la de Almería, Granada y Málaga”, ha apuntado Andrés, responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG, durante el acto de protesta.  

Todos los datos analizados por COAG muestran el dramático crecimiento de las importaciones de países terceros a la UE, gracias a la continua apertura mediante acuerdos para la liberalización del comercio de productos agrarios, que “dejan vendido” al sector productor.

Por ejemplo, las importaciones hortofrutícolas de Marruecos a la UE han pasado de 895.727 tn en 2009 a 1,3 mill tn en 2018, un 52% más. En el caso Egipto han crecido un 40% desde 2009, de 516.924 tn a 723.694 tn en 2018. En el significativo caso del tomate, el incremento en las llegadas de Marruecos a la UE es del 27%. Desde 2010, se ha alcanzado una cifra record cada año (excepto en 2015), hasta llegar a las 450.000 tn de 2018. Turquía es el segundo importador y ha multiplicado por más de 3,5 las cantidades importadas desde 2013 (hasta las 108.000 tn). Mientras tanto, las exportaciones de tomate de la UE están en el valor más bajo de la década (han caído un 68% desde 2013).

 “Esta situación deriva en una saturación completa del mercado europeo propiciada por los poderes públicos europeos y estatales, que no han mirado por el beneficio de los agricultores y agricultoras del sector, sino por los intereses de empresas de comercialización y las cadenas de distribución que, con capitales europeos, traen producto de fuera para presionar sin miramientos los precios en origen y destruyen nuestro tejido productivo, sin proporcionar en ningún caso beneficios económicos, sociales o medioambientales para las poblaciones de los terceros países”, ha argumentado Andrés Góngora, responsable del sector de frutas y hortalizas de COAG, a lo que ha añadido; “es más, son nuestras propias empresas de comercialización las que están debilitando nuestra posición debido a las crecientes importaciones de frutas y hortalizas”.

Las llegadas de producto de Marruecos a España han pasado de 151.059 tn en 2009 a 399.519 tn en 2018, un 164% más. Concretamente en pimiento se han incrementado un 210% entre 2010 y 2018 (hasta las 52.800 tn), en tomate un 200% (hasta las 63.300 tn) y en judías verde un 38% (hasta las 87.500 tn). También han aumentado las cifras de Egipto desde las 1.189 tn a 21.129 tn (un 1.667% más) o Argelia. Estas empresas, en ocasiones, reetiquetan el producto importado, como se ha demostrado recientemente con expedientes abiertos a varias comercializadoras, para disfrazar la calidad diferencial que tiene frente a nuestras producciones, mucho más exigentes en materia medioambiental o laboral, por citar sólo algún ejemplo. 

 

 

 

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