* En las viñas de las Denominaciones de Origen andaluzas se estima que la producción se ha reducido este año, según las distintas zonas, hasta un 35% por la falta de lluvias.
* La uva, muy sana, presenta más grados baumé que en años anteriores, por lo que se esperan buenos vinos de esta cosecha.
Sevilla, 4 septiembre 2019.- La vendimia ya se ha generalizado en todas las zonas productoras de Andalucía. Y es que este año la actividad en los viñedos ha tenido lugar antes de lo que suele ser habitual en las distintas Denominaciones de Origen: desde Córdoba, que arrancó el 22 de julio, hasta Huelva, que adelantó su inicio hasta el 26 de agosto.
El motivo de este comienzo tan temprano se debe a las circunstancias meteorológicas de un año especialmente seco, «en el que ha llovido poco: ha caído poca agua y muy mal repartida», comenta Miguel Pérez, responsable de Viñedo de COAG Andalucía y secretario provincial de COAG Cádiz.
En el Marco de Jerez las precipitaciones recogidas apenas superan el 65% de la media histórica, mientras que en otras zonas como Málaga y Montilla-Moriles las precipitaciones están un 20% -25% por debajo de ésta. Además, estas precipitaciones se produjeron casi exclusivamente en el otoño y a principios del invierno, mientras que la primavera ha sido extremadamente seca.
Si bien es cierto que la escasez de lluvia y las altas temperaturas primaverales afectaron a la cantidad de fruto, las suaves temperaturas diurnas y nocturnas que han imperado este verano, inusualmente bajas durante el mes de julio, han favorecido una muy buena maduración y a muy buen ritmo.
Según ha explicado Miguel Pérez, «estamos ante una vendimia atípica, que ha empezado pronto por la falta de lluvias, lo que ha incidido directamente en la cantidad, ya que hay una merma importante en la producción, sobre todo en los pagos de interior, que en todas las Denominaciones de Origen de Andalucía se sitúan, de media, en torno al 20-25% menos de uva».
Respecto a las producciones, en el Marco de Jerez se estima que se vendimiarán algo menos de 60 millones de kilos de uva; en Málaga se espera llegar a los 4 millones, y en Montilla-Moriles, la producción rondará los 36 millones de kg. Las características del viñedo onubense impiden, por precaución, precisar un aforo, si bien todo parece indicar que se pueden producir mermas con respecto a los años anteriores.
La producción es menor que en la vendimia del año pasado pero, en cambio, la calidad de la uva es superior: «El grado baumé de la uva es alto, entre 1 y 1,5 por encima, con una acidez estabilizada y muy sana, por lo que se esperan, en general, buenos vinos de esta cosecha. Por eso, esperamos que el mercado se comporte de manera natural y que los precios mejoren», concluye Pérez.